Las coincidencias eran con el 2006

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Se viene otra vez Alemania. Pero para eso, primero se vino México. Todo como en el 2006. Tanta comparación con el ’86 en vano. ¿Esto complica los planes místicos de Diego y compañía? No creo. Hablando un poco en serio, Argentina hizo un modesto partido en el desarrollo pero excelente en el resultado. No voy a caer en el halago desmesurado. Al contrario, voy a remarcar tanto lo positivo como lo negativo –que es mucho- del partido y de cara al choque de cuartos.

Desde el vamos me parece que hay un error. Cederle el protagonismo a una selección inferior me parece erróneo. Pero esta argentina juega así. En la primera ronda eso no se había visto porque los rivales estaban muy por debajo del nivel nuestro. Pero hoy, contra un equipo más armado pero todavía menor, Diego ya mostró lo que venía mostrando antes. Darles la pelota a ellos y esperar que se equivoquen. Hay algo que hace perfecto y es la presión. Es riesgoso ir tan a arriba a presionar a los rivales, porque si te pasan, estás muerto. Pasó muchas veces y ahí se vieron las llegadas de los mexicanos, que encaraban en manada a un solitario Mascherano que no paró a casi nadie. Pero también de esa manera vino el segundo tanto. Pipita aprovechó el error, y emuló su gol en aquel superclásico con Boca que le valió la tapa de todos los diarios. Y ahí hay dos cosas. La positiva es la manera de presionar y el resultado de la misma. Lo negativo es que si superan esa barrera, el equipo está desnudo y vulnerable. Y Alemania no perdona.

El arquero es el gran triunfo de Diego. Fue el partido que más le llegaron y respondió. Calculó mal en el primer tiro de Salcido –que se canso de patear- pero después se lo vio seguro siempre. Es importante para el equipo saber que si te llegan, tenés un arquero seguro a tus espaldas. Y Argentina lo tiene.

Volvió la línea de cuatro centrales. Pero Demichelis sigue flojo. Burdisso pide pista para hacer dupla con Samuel. Heinze es Heinze. Y Otamendi fue más que Jonás pero menos que lo que necesita Argentina en el lateral derecho. El gol mexicano es un golazo pero es evitable. Martín está lento y se notó. Después, Chicharito –que ojo tiene Ferguson- hizo el resto. Pero a esa altura, estaba todo definido. Alemania te ataca con cuatro –Ozil, Muller, Podolski y Klose- y Argentina defiende con cinco –sumando a Javier-. Es casi un mano a mano, con jugadores que están teniendo un gran Mundial. Por eso hay que ajustar la línea de volantes.

El medio está falto de equilibro. Maxi y Di María no aparecen ni en ataque ni defensa. Mascherano sufrió la soledad en el centro de la cancha y vio pasar a mucho mexicano, que cuando sean alemanes puede terminar en gol. Sin los dos volantes ofensivos enchufados –Diego poné a Pastore-, Messi tuvo que retroceder mucho y agarrar la pelota muy lejos del arco. Así no sirve, y menos si no se la quiere tocar a nadie. El punto positivo fue Tévez. Hoy se le dio todo. A pesar del grosero error del lineman en el primer gol, Carlitos estuvo siempre dónde tenía que estar. Y el zapatazo en el segundo hizo olvidar un poco el de Maxi cuatro años atrás, con todo lo que eso implica. También es meritorio lo de Higuaín, atento y letal. Pero depender de individualidades es peligroso. Porqué si tienen un mal día, no hay equipo que los respalde. Hoy le tocó un mal día a Messi y lo respaldo el Apache. Pero no un equipo.

No es que todo haya sido negativo. Pero es fácil tirar flores cuando el equipo gana. Hay que analizar todo. Lo bueno y lo malo, de cara a un choque nada fácil. Alemania viene de hacerle cuatro a Inglaterra en un resultado histórico. A pesar del gol no cobrado a Lampard – ¿pasada de factura 44 años después?- los alemanes les dieron una clase de fútbol a los creadores del deporte. Solidez, practicidad y efectividad. Alemania contragolpeó perfecto. Sus volantes son simples y ejecutan todo a la perfección. Klose tiene el arco entre ceja y ceja. Muller ya dejó de ser una promesa y Podolski es un pequeño veterano. Y qué decir de Ozil, el que nadie tenía en los papeles y juega como los dioses. Pero Argentina tiene con qué. Claro que tiene que mirar para dentro y ver los errores y corregirlos. Las individualidades las tiene, eso está claro. Y entre ellas, al mejor de todos. Y eso no es poca cosa a la hora de una definición clave. El viento está soplando a favor como pocas veces en los mundiales y tienen que aprovecharlo. El sábado muchos van a jugar el partido más importantes de sus vidas. Y lo van a ganar si lo juegan como tal.

Mundial, día 12: ¿Otra vez vos?

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México perdió con Uruguay pero el descuento de Francia –de pésimo Mundial- lo dejó tranquilo en los Octavos contra Argentina, como en el 2006. Los charrúas con el triunfo cerraron una primera ronda soñada en un grupo que no era para nada accesible.

Hoy arrancaron las dobles jornadas y el Grupo A, ese que nos interesa a los argentinos, definió todo a partir de las 11. Por un lado, uruguayos y mexicanos jugaban para no cruzarse con Argentina. Por el otro, franceses y sudafricanos buscaban el milagro o simplemente salvar un poco el honor.

A México sólo le servía un resultado para no verse las caras con Messi y compañía: ganar. Los charrúas, más relajados por la diferencia de gol, les alcanzaba con el empate. Pero ambos salieron a buscarlo. El partido se dio de ida y vuelta pero ninguno de los dos mostraron demasiado. México a priori se ve un rival accesible para nuestra Selección, pero también una prueba. Es mucho más que Corea del Sur, Nigeria y Grecia. El partido se resolvió con un cabezazo de Suarez, de lo mejor de la celeste en esta primera ronda.

En la otra cancha Sudáfrica tenía las esperanzas intactas. Se aprovechó del Moulin Rouge francés y se puso dos goles arriba en el primer tiempo. Con ese resultado, debía esperar al menos un gol más en el otro estadio y convertir uno más ellos. Pero el descuento de Malouda a falta de ‘20 sepultó las chances sudafricanas. Igual, con este triunfo, al menos, salvó el honor y consiguió una victoria en el Mundial. Algo de lo que no puede jactarse Francia. Lo de los franceses es curioso. Finalistas en 1998 –y campeones- y 2006, fueron eliminados en primera ronda en los mundiales siguiente. El fenómeno tiene una sola explicación: Zinedine Zidane. Sin él es una cosa y con él otra. Caso cerrado.

Así, uruguayos y mexicanos de quedaron con la clasificación en el complicadísimo Grupo A. Y Argentina, como en 2006, deberá verse las caras con los aztecas en Octavos.

Mundial, día 7: Jornada de sorpresas

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¡Al fin! Una jornada más que aceptable en este pobre Mundial. Parece ser que la segunda fecha arrancó con todo. Ayer la empezó Uruguay con tres goles y hoy tenemos diez en tres partidos. Y de esos, cuatro fueron de nuestra selección, la gran figura de esta jornada. Que tuvo sus sorpresas. La contundencia argentina lo es, teniendo en cuenta que nunca en el ciclo Maradona se habían marcado tantos goles. Pero las mayores sorpresas estuvieron en otras canchas…

Luego del partido de nuestra selección –la nota está debajo de esta, con su respectiva galería de fotos- Grecia y Nigeria se jugaban todo. Por su parte, los africanos se perfilaban en un principio como candidatos a clasificar detrás de Argentina. Por otro lado, los griegos no tenían demasiadas chances teniendo en cuenta sus antecedentes mundialistas y una irregular eliminatoria. Pero el fútbol no sabe de lógicas. El partido arrancó favorable para las Águilas Verdes, que rápidamente encontraron el gol con un cabezazo cruzado muy cerca del arco –y eso que la especialidad griega es la pelota parada-. Pero Sani Kaita se hizo expulsar –porque fue pura y exclusivamente responsabilidad de él- y dejó al equipo con uno menos en el primer tiempo. Ahí, Reahhgel dejó su actitud defensiva -¡era hora!- y mandó un delantero más a la cancha para buscar el triunfo. Y lo encontró. Lo dio vuelta en un partido que quedará en la historia. Primero, porque fueron los primeros goles de Grecia en mundiales y, en consecuencia, el primer triunfo. Y además, es la primera remontada del Mundial. Si, justo Grecia, uno de los equipos más defensivos de la Copa. Con este resultado inesperado, dejaron la incognita para la última fecha. Argentina tiene un pie y medio adentro pero, matemáticamente, puede quedar segunda y hasta no pasar –aunque suene imposible-. Pero lo más llamativo es lo que pasará entre asiáticos, africanos y europeos. Cualquiera puede pasar, hasta Nigeria que todavía no tiene ni un punto. Pero habrá que esperar hasta el martes que viene para saber quién estará en Octavos.

Y los que pasen se verán las caras con los del Grupo A, que también se completó la segunda fecha hoy. Francia y México se jugaban todo luego de empatar en el debut. Y se vendría otra sorpresa. Luego de un primer tiempo chato y digno de este pobre Mundial, en el segundo los aztecas se despertaron. Primero Chicarrito Hernández aprovechó el mal achique de los franceses y adelantó a los mexicanos. Y después lo cerró Cuauhtemoc Blanco, el tercer más veterano en marcar en Copas del Mundo, con un penal regalado por los galos. Así de gentiles estuvieron los franceses para con México, que dio un importantísimo paso para pasar a la próxima ronda. Y este grupo también tendrá una definición apasionante. Todos llegan con chances, pero si Uruguay y México se reparten los puntos, ambos clasificarán. Pero los aztecas se cruzarán, como en el 2006, con nosotros. Y no creo que quieran tener enfrente a Lio Messi y compañía. Y cómo en el 2002, Francia puede quedar afuera en primera ronda. ¡Cómo te extrañan, Zizou!

Y el día siete el fútbol no descanso. Al contrario, nos regaló la mejor jornada hasta la fecha. Esperemos que de ahora en más los equipos se suelten más, muestren más vuelo futbolístico y nos obsequien, como hoy, un espectáculo digno de un Mundial

Mundial, día 1: empates por duplicado

El baile en el festejo sudafricano. De lo más vistoso de la jornada





Arrancó el Mundial. Son esas cosas que dicen que pasan cada cuatro años y hay que disfrutarlas. No es mi caso particular. El 10 no está y duele. Pero igual, mientras tenga tiempo y pueda, desde este humilde espacio voy a ir poniendo lo que vea y piense del evento más importante que tiene este hermoso deporte.

Por un tema de horario – ¡que temprano que fue!- no pude apreciar la ceremonia inaugural. Pero sí el primer partido entre el local y México.

Gracias al despertador biológico, para el comienzo del encuentro tenía toda la atención en la TV Pública. No era el mejor partido para arrancar un Mundial ni mucho menos, pero las famosas “vuvuzuelas” le ponían un toque –molesto- al partido. Sin embargo los africanos y los americanos nos regalaron un buen partido. El local, en su afán de conseguir el triunfo ante su gente, buscó el partido y mostró que puede dar pelea en un grupo que no le es para nada favorable. A la velocidad característica de los equipos africanos, se suma un buen control de pelota y pases y pelotazos precisos, de la mano de un mágico jugador como lo es su 10: Steven Piennar. Así, desde esa bandera, llegó el primero gol. Pase deluxe para una mejor definición de Tshabalala, que dejó sin chances a un flojísimo Pérez. Y ahí, una marca registrada de la raza negra: el bailesito del festejo, una manera extraordinaria de reflejar la alegría de un gol.

Los Bafana Bafana conseguían el triunfo en el debut, pero Rafa Márquez recibió un centro (¡cómo durmió el defensor que habilitó a todos!), la bajo magistralmente y definió con justeza. Uno a uno y a cobrar. Lo que podía haber sido fiesta sudafricana, fue un seco empate que no dejó contento ni triste a ninguno de los dos.

La primera jornada Mundial la completaron los hermanos uruguayos contra los galos. Hay varios factores que definieron mi postura en el partido. Primero, que Uruguay me es simpático. Segundo y fundamental, el técnico Francés. Con su canallada de la astrología aplicada al fútbol, sumado a ver a Henry en el banco, no tenía ninguna chance de que hinche por él. Pero el segundo partido nos regaló otro empate –que manera de arrancar un mundial-. En un partido áspero, aguerrido y con poco fútbol, no se pudieron sacar diferencias. Forlán intentó por los celestes y Ribery y Anelka por los azules, pero ninguno pudo vulnerar a los arqueros rivales. La nota negra del día fue la expulsión de Lodeiro, una gran pérdida para Uruguay en el próximo partido.

Así se cerró el primer día de competición en Sudáfrica. Y en el grupo más parejo de todos, como era de esperarse, nadie se pudo sacar ventajas.